Caboclos. Los verdaderos americanos
Nuestro fabuloso Continente Americano fascinó desde siempre a los codiciosos ojos europeos. No solo por sus riquezas materiales, sino también por su exuberante vegetación, su exótica fauna, sus inigualables paisajes y más que los ha embelesado.
Han seducido reyes, colonizadores, artistas, poetas y científicos que le han dedicado poemas, canciones y pinturas de cándido sentimiento.
A su vez nosotros, los americanos, miramos y admiramos otras culturas importadas, adquiriendo muchas de ellas como propias.
Miremos nuestro suelo, nuestro pasado, sintamos orgullo... por más que hoy caminemos con reminiscencias del viejo continente, recordemos con temeraria hidalguía... Somos americanos pues nuestra marca sanguínea viene de las vinchas, los taparrabos y boleadoras.